He escuchado en muchas ocasiones que el nacimiento del Día Internacional de la Mujer, estaba vinculado al incendio ocurrido en una industria textil en Nueva York, provocado por el propio empresario y que produjo la muerte de las 129 trabajadoras declaradas en huelga que estaban encerradas en la fábrica de "Triangle Shirtwaist Company". En algún momento yo mismo creí confiado en este origen.
En realidad fue la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, en 1910, la que proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer, al año siguiente, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo.
En la actualidad la igualdad entre los sexos se ha establecido como una de las prioridades de las organizaciones internacionales, habida cuenta de que las mujeres y las niñas constituyen las tres quintas partes de los mil millones de habitantes más pobres de la Tierra, de que las mujeres representan los dos tercios de los 960 millones de adultos analfabetos del planeta, y de que el 57% de los 77 millones de niños sin escolarizar en el mundo son, de hecho, niñas. El desarrollo sostenible y la causa de los derechos de la paz sólo pueden progresar a nivel mundial, regional y local, si los hombres y las mujeres gozan de posibilidades de elección y oportunidades amplias e iguales, y si pueden vivir con libertad y dignamente.
Sin duda somos uno de los países en los que más se ha avanzado en igualdad y aunque quedan muchas cosas que hacer todavía para alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres en España, creo que tenemos una obligación política, moral, ética de recuperar la dimensión internacional de esta celebración y mirar con ojos solidarios hacia el resto del mundo y muy especialmente a los países más pobres, hacia las mujeres sin voz.
2 comentarios:
Esto lo escuché ayer en la televisión a una mujer pionera y luchadora: "La verdadera igualdad no llegará hasta que haya mujeres incompetentes en puestos de responsabilidad" ¡Ole! ¡Ole! ¡Ole!... Se puede decir más fuerte, pero no más claro.
Felicidades por el Blog, te escribe Mateo... de La Chana, te dejo dos enlaces de mis-nuestros blogs.
http://elojodemateo.blogspot.com/
http://abuelotumemoria.blogspot.com/
¡Efectivamente! Ser la voz de los y las 'sin voz' es algo necesario que tenemos que prodigar hoy día. Por ellas y por todos...
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