Ha sido una semana muy intensa y un ejemplo de la suerte y privilegio de mi trabajo. He asistido al tercer congreso mundial de reservas de biosfera que se ha celebrado en Madrid, que inauguró el príncipe Felipe (la Leti está más delgada todavía en persona de lo que aparece en la tele) y la ministra Narbona.He podido conocer más de cerca la experiencia de las Reservas de la Biosfera de todo el mundo y muy en especial las de Latinoamérica en cuyo grupo de trabajo participé y actué como relator.
Estos foros nos vienen bien a los andaluces porque nos sube la autoestima y el orgullo cuando comprobamos que somos pioneros en materia ambiental y nuestra gestión es conocida y reconocida por los expertos internacionales. Aquí he recogido algunos titulares de la prensa a la clausura del Congreso.
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El jueves me incorporé a la oficina que tenía varias citas previstas y algunos papeles en la mesa que quería “despejar” y luego acompañé a mi consejera a entregar la acreditación a once establecimientos turísticos como puntos de información del Espacio Natural Sierra Nevada dentro del Plan de Acción de la Carta Europea de Turismo Sostenible.
Y ya el viernes asistí a la lectura de una interesante tesis doctoral sobre briófitos (musgos y otros parientes para los profanos) en Sierra Nevada que obtuvo un merecidísimo sobresaliente cum laudem en la que se avanzan datos sobre la posible incidencia del cambio climático en la pérdida de especies de estos grupos que son muy sensibles a las oscilaciones térmicas y pluviométricas.
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Una semana más en la que he hecho muchos kilómetros, he trabajado muchas horas pero me he sentido satisfecho y realizado. Es como cuando se juega un partido de fútbol, con lluvia, barro, muchas caídas y patadas pero al final ganas y estás cansado pero a gusto.
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