Adelantándose a la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el candidato del PP por Asturias ha comparado a las mujeres con los perros. Al regalar a una simpatizante, una cachorra, Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo y número uno del PP por Asturias, ha declarado que la perrita "no entró en política por lo de la paridad". Y para rematar la (puta) gracia, el dirigente popular garantizó que sus perros "son bilingües desde el principio".
Otro fichaje estrella del PP para estas elecciones, Dimas Cuevas, candidato al senado por Albacete, ha dicho que no sabía si Pedro Zerolo, era perro o gato. La “ocurrencia” está en sintonía con la doctrina Botella de Aznar y ha sido contestada por el propio secretario de movimientos sociales del PSOE, Pedro Zerolo en El plural.com, en una columna titulada ni perro ni gato pero merece una contestación contundente por todos los que nos sintamos agredidos con estas animaladas que me hacen recordar que San Francisco pidió que el hombre se hiciera amigo verdadero de los animales para compensar la cantidad de “hombres” que se habían convertido en verdaderos animales.
Por mucho que lo adornen, estas expresiones de los moderados y centrados candidatos del PP son burradas y marranadas.
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